El Hotel Rosslyn (1914) en downtown Los Angeles fue construido y operado por los empresarios hermanos Hart, cuyo nombre está representado por el emblemático letrero en forma de corazón en el techo. Ambos comenzaron su carrera en la hostelería como botones en el Old Natick House, en el centro de Los Ángeles, y más tarde administraron la propiedad con su padre después de que éste la comprara.
El Nuevo Hotel Rosslyn, como se llamó originalmente, fue construido en La Quinta junto a un hotel más antiguo llamado el Rosslyn, por la asombrosa suma para la época de un millón de dólares (de ahí el letrero, Hotel del Millón de Dólares). El anexo se construyó al otro lado de la calle nueve años después, y ambos edificios fueron diseñados por John Parkinson en el popular estilo Beaux Arts.
Su lujosa decoración y sus servicios (como el agua helada del grifo y cabinas telefónicas ventiladas) eran dignos de un gran hotel, mientras que sus precios lo hacían asequible al viajero medio. Durante un tiempo fue el hotel más grande de la costa del Pacífico, con 1.100 habitaciones y 800 baños entre las dos estructuras.
Cuando el New Rosslyn abrió sus puertas en 1914, las críticas de los periódicos describieron un vestíbulo adornado con mármol, caoba y vidrio artístico, así como un gran comedor para 450 personas. El vestíbulo originalmente tenía un enorme mural de cinco paneles del artista Einar Peterson que representaba la historia de Los Ángeles. Desde entonces, el mural ha sido oscurecido por un falso techo. Esto, sumado a años de alteraciones y negligencias varias han cubierto o destruido gran parte de la decoración interior.
A pesar del otrora gran estatus que tuvo en la industria hotelera del centro, a medida que el carácter del barrio comenzó a cambiar, también lo hizo el Rosslyn. Estuvo en franca decadencia durante algunos años antes de que la familia Frontiera lo comprara a finales de los 70, rebautizándolo como Frontiera. El liderazgo y el apoyo de la familia fueron decisivos para fomentar la escena de las galerías de arte que ahora es un elemento básico de la zona. Rebautizado como Rosslyn Lofts en 2006, actualmente ofrece tanto lofts a precio de mercado como viviendas para personas de bajos ingresos.
El anexo del Rosslyn Hotel
Cuando el Hotel Rosslyn abrió su anexo al otro lado de la calle en 1923, se convirtió en uno de los hoteles de lujo más grandes de toda la Costa Oeste. El anexo compartía la arquitectura de Bellas Artes del hotel principal de enfrente, con elevaciones simétricas, organización en tres partes, ornamentación de terracota y uso de detalles clásicos.
Al igual que el edificio principal, el anexo contaba con un enorme letrero de neón en forma de corazón en el techo, que se convirtió en un reclamo instantáneo para los viajeros ricos.
En el interior, el anexo contaba con un vestíbulo lleno de mármol (con un mostrador de recepción también de mármol), techos artesonados, detalles intrincados y un espectacular tragaluz. A medida que la demanda de habitaciones de hotel en el centro de la ciudad disminuyó a mediados del siglo XX, el hotel y su anexo -como muchos edificios del centro- entraron en decadencia.
El anexo del Hotel Rosslyn sirvió como edificio de apartamentos de una sóla habitación, sufriendo muchos años de negligencia. La Corporación de Vivienda, sin fines de lucro, compró el anexo en 2010. En el transcurso de cinco años, transformaron el edificio para ofrecer viviendas asequibles y en servicios de apoyo para veteranos sin hogar y personas de bajos ingresos.
El proyecto restauró, reparó y rehabilitó todo, desde los escaparates del primer piso hasta el letrero del tejado. El edificio necesitó un importante trabajo estructural, incluyendo refuerzos que fueron colocados estratégicamente e «insertados quirúrgicamente» para evitar dañar los elementos históricos. Todos los sistemas mecánicos, eléctricos y de fontanería fueron actualizados. El equipo restauró el vestíbulo a su tamaño y configuración originales, reabrió una abertura amurallada entre el primer y segundo piso, restauró la claraboya y renovó los acabados y detalles históricos.
El segundo piso recuperó su uso original como espacio de reunión y salón público. El equipo creó una sala de ordenadores. Un desafiante plan de reubicación de los inquilinos incluso permitió que el edificio permaneciera parcialmente ocupado mientras se realizaban los trabajos.
Este proyecto visionario de los apartamentos del Hotel Rosslyn ofrece el beneficio muy tangible de ayudar a la gente, incluyendo a los veteranos que han servido a su país, a recuperarse. El edificio principal del hotel al otro lado de la calle ahora proporciona viviendas de lujo, y ahora, como entonces, apenas se les puede distinguir por la fachada.
Este proyecto, que ganó un Premio a la Preservación de la Conservación en 2015, muestra cómo la preservación histórica puede servir como herramienta para integrar viviendas asequibles y de bajos ingresos en vecindarios de precio de mercado. También demuestra que en las manos adecuadas, y con los recursos adecuados (incluidos los créditos fiscales), los edificios históricos pueden cobrar nueva vida mientras satisfacen las necesidades vitales de la comunidad. Demuestra que el renacimiento en curso del centro de Los Ángeles puede beneficiar a todos, sin renunciar a una bella arquitectura.
Hemos visto el Hotel Rosslyn el películas de Hollywood como ‘Seven‘ (1995), ‘Darkman‘ (1990), ‘Tierra de abundancia‘ (2004) y, especialmente, en la película de Wim Wenders ‘El Hotel del Millón de Dólares‘, (2000) donde tenía un gran protagonismo.
