Los característicos colores rosa y verde del Beverly Hills Hotel han llegado a ser una de las señas de identidad de este establecimiento fundado en 1912, antes incluso de que Los Angeles fuera una ciudad.
Lo primer que nos llama la atención del Beverly Hills es que claramente no estamos ante un hotel ordinario. Seductoramente escondido entre palmeras y hojas de plátano de 80 años, el vecindario entero de Beverly Hills fue literalmente construido alrededor de la fachada rosa de este legendario hotel, cariñosamente conocido como el ‘Palacio Rosa‘.
A mitad de camino entre Los Ángeles y el mar, y situado en Sunset Boulevard, en el código postal 90210, el hotel está muy cerca de los principales centros de negocios y entretenimiento de Los Ángeles. El Aeropuerto Internacional de Los Ángeles está a sólo 40 minutos, y el Pacífico no está mucho más lejos.
Además de sus 208 habitaciones, el hotel cuenta con 23 bungalows de diseño. Muchas de las habitaciones tienen su propio balcón y están diseñadas con los colores característicos del hotel: rosas melocotón, verdes, albaricoques y amarillos. Muchas habitaciones tienen cocina, patios privados y jacuzzis.
El Bungalow 5 fue uno de los favoritos de Elizabeth Taylor y Richard Burton, aunque a Taylor también le gustaba el Nº 3, donde se alojó durante su matrimonio con Eddie Fisher. Marilyn Monroe prefería el 1 y el 7. En 2011, se establecieron dos Bungalows Presidenciales, que cuentan con tres dormitorios y piscina privada.
El restaurante del hotel, conocido como ‘The Polo Lounge‘, ha sido cita de inmumerables historias y celebridades de Hollywood, entre las que se encontraba el mismísimo Charles Chaplin. El hotel ha aparecido en películas como ‘Miedo y asco en las Vegas’, ‘American Gigolo, ‘Beverly Hills Cop II’, ‘California Suite’, ‘Shampoo’ y muchas otras.
Durante más de un siglo, el Hotel Beverly Hills ha sido el lugar de las luces más brillantes de Hollywood, el último faro de glamour. El hotel te saluda como una estrella de cine desde el momento en que pasas su icónico letrero, pisas la alfombra roja y entras en su gran vestíbulo. Proporcionando privacidad, glamour y un servicio ininterrumpido, el ‘Palacio Rosa’ tiene un atractivo atemporal, tan legendario como la historia de Hollywood que lo rodea.