El Ayuntamiento de Beverly Hills, situado en el 455 N. Rexford Drive, ha sido durante mucho tiempo un querido hito de la ciudad, su torre de 1932 de estilo renacentista colonial español denota el corazón político de una ciudad emblemática y conocida en el mundo entero. En 1981, Beverly Hills anunció un concurso de diseño para añadir un gran componente de centro cívico adyacente al edificio histórico, y eligió al ganador entre las propuestas de cinco firmas arquitectónicas muy prominentes.
Charles Moore y su empresa Urban Innovations Group se impusieron con un diseño que amplía de forma lúdica la arquitectura del ayuntamiento. Terminado en 1990, el complejo del Centro Cívico utiliza una especie de híbrido postmoderno de español art-decó en sus patios, columnatas, paseos y edificios. El complejo mezcla espacios abiertos y semi-cerrados, usando escaleras y balcones para crear múltiples niveles de perspectiva.
Un paseo diagonal salpicado de patios elípticos atraviesa el complejo, conectando el Ayuntamiento con la calle y unificando el conjunto de todo el complejo.
Los azulejos de colores y las columnatas con arcos geométricos aportan una clara sensibilidad de los años 80 que de alguna manera complementa la cúpula de azulejos de la torre de 1932. En este diseño, como en todos los suyos, Moore pretendía crear «un lugar que se distinga en la mente y la memoria de otros lugares». El Centro Cívico de Beverly Hills definitivamente cumplió con ese objetivo, ya que no hay otro lugar igual.
Este reconocible lugar ha hecho las veces de comisaría varias veces en el cine, en títulos como ‘El último Boy Scout’ (Tony Scott; 1991), ‘El color de la noche’ (‘The Color of Night’; Richard Rush, 1994) y, de manera muy prominente, en ‘Superdetective en Hollywood’ (Beverly Hills Cop; Martin Brest, 1988) y sus secuelas.